Concepto y finalidades de la evaluación del desempeño docente

Para conocer el estado de todos los componentes, procesos y resultados del Sistema Educativo Nacional, es necesario desarrollar evaluaciones integrales que permitan asignar juicios de valor sobre su calidad e identificar aspectos que requieran mejorarse o avanzar en su innovación. De acuerdo con la Política Nacional de Evaluación Educativa (INEE, 2015), se plantea lo siguiente:

• Desarrollar modelos de evaluación educativa.
• Diseñar evaluaciones sobre alumnos, desempeño de los docentes, directivos y asesores técnicos.
• Evaluar sobre procesos educativos y funcionamiento escolar y de políticas y programas educativos (formulación de directrices, estrategias y programas sustantivos en el marco de la reforma educativa).
• Fortalecer las evaluaciones en el aula (formativas).

La evaluación del desempeño docente es considerada un componente primordial para garantizar la calidad de la enseñanza en el sistema educativo; no se trata sólo de evaluar con fines de selección y contratación inicial, sino que actualmente se considera un medio para el desarrollo profesional del docente.

Evaluar al profesorado activo con el objetivo de:

Este tipo de evaluación es formativa, aunque incorpora elementos de evaluación sumativa; para la evaluación formativa, se requiere lo siguiente:

• Obtener de forma rigurosa datos a lo largo de un proceso, de modo que se posea el conocimiento apropiado de la situación para tomar decisiones necesarias de forma inmediata.
• Un registro de desempeño que invite a los docentes a utilizar su conocimiento en formas que generalicen y extiendan lo aprendido a su propia práctica.
• Responder qué puede hacer el docente para avanzar en su proceso formativo, con la finalidad de perfeccionar el proceso que se evalúa durante la fase de implementación del programa.

En tanto que la evaluación sumativa brinda información sobre el valor de un producto o servicio brindado por el docente:

• Determinar en qué medida se produjeron los resultados previstos.
• Se realiza al final de la intervención didáctica.
• Pretende valorar e ilustrar la realización y los logros.
• Si las evaluaciones sumativas están contenidas en las progresiones del desempeño docente, entonces la confiabilidad de los eventos calificados está respaldada por otras evidencias de cada competencia a lo largo de ese continuo fundamental.

Evaluar al docente implica ir más allá de una definición de “un buen docente”, conlleva a determinar criterios de conocimiento de la materia y de competencias de enseñanza, ade-más de tener en cuenta la “vocación hacia la docencia”. Este último criterio es difuso, pero bien se pueden incorporar estrategias para “medir” conocimientos y destrezas, así como actitudes y compromiso: “un buen docente no es aquel que sabe su materia y sabe ense-ñarla, es, fundamentalmente, un profesional comprometido con su labor y su mejora” (UNESCO, 2007, p. 31).

Marco para la buena enseñanza

Otros países han desarrollado sus propios referentes para la evaluación de desempeño; conocerlos te servirá para identificar la manera en que las categorías de una buena docencia son en general comunes y profundizar en tu saber sobre las áreas de desempeño docente a evaluar.

Charlotte Danielson (2007) propone la evaluación de desempeño docente con un enfoque formativo mediante criterios que responden a las siguientes preguntas:

• ¿Qué necesita saber el docente?

• ¿Qué necesita saber hacer?

• ¿Qué tan bien se debe hacer?

Pulsa cada una de las dimensiones que propone Danielson para ver su descripción:

Respecto a la evaluación de la enseñanza, Casanova (1998) propone tres momentos: inicial, procesual y final, considerando a la unidad didáctica como elemento de análisis donde se concretan los objetivos, contenidos, actividades, metodologías de enseñanza, aprendizaje y evaluación:

Hacia la construcción de un sistema integral de evaluación

Como se dijo anteriormente, evaluar el desempeño docente con un enfoque formativo implica responder a las preguntas sobre ¿Qué necesita saber el docente? ¿Qué necesita saber hacer? ¿Qué tan bien se debe hacer?, con lo cual se deberá dar seguimiento al inicio, durante y al final de un ciclo escolar. Sin embargo, para producir cambios no es suficiente con tener información sobre la situación prevaleciente de los docentes que están frente a grupo, es necesario considerar los diferentes niveles en que se encuentran los docentes en cuanto a su vida profesional (Darling-Hammond, 2008, citada por Martínez, 2016):

• Situación de la formación inicial de docentes, con las condiciones para hacer atractiva la profesión docente, con cuidadosos procedimientos de selección e instituciones formadoras sólidas.

• Evaluaciones para la licencia profesional después de la inducción al trabajo y antes de la plaza definitiva de docentes, cuya evidencia de la práctica y los aprendizajes de los alumnos permitan el desarrollo profesional.

• Evaluaciones para la promoción horizontal y vertical de los docentes en servicio con miras a una certificación avanzada que repercutirá en la actualización e incorporación de los avances del campo del conocimiento a su ámbito profesional para la innovación de su práctica.

De esta forma, la evaluación del desempeño docente tiene diferentes finalidades según el momento en que se encuentre el docente en su carrera profesional, sea en su etapa de formación, sus inicios de práctica profesional y en etapas avanzadas donde se valoren sus logros como docentes experimentados. Al respecto, Martínez (2016) propone un modelo CIPP (Contexto-Insumos-Procesos-Productos) para la identificación de rasgos de “un buen docente” como insumo, en proceso y los resultados que se esperan:

Da clic en para desplegar información:

Las funciones en que actualmente participan los evaluadores certificados por el INEE contribuyen con su acción evaluativa desarrollada bajo un modelo de evaluación del desempeño como insumo para el desarrollo profesional.