Más elementos de la creatividad

Originalidad

La originalidad es lo que se espera de una propuesta de ideas, que sea única, innovadora, poco común. A este elemento se le asocia algo nuevo, difícil de imitar, en estricto sentido, tiene de los otros elementos analizados: fluidez y flexibilidad.

Es importante señalar que fue en el siglo XX cuando el término “creatividad” se asoció a todas las profesiones; aunque en el entorno de las organizaciones se ha orientado a la generación de productos nuevos, sean bienes o servicios. Estas organizaciones demandan la presencia de la creatividad, de la originalidad de sus productos (bienes o servicios) para satisfacer las necesidades de los usuarios/clientes. La presencia de la originalidad les generará una ventaja competitiva.

Ejemplo de biomimesis en tecnología
ulleo. (2017). [avispa/insecto/cerrar] [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2yNCHmq
pixel2013. (2017). [Drone/UAV/Quadrocopter] [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2yTR3Sb

Existen muchas técnicas que pueden ayudar a que una propuesta a la solución de un problema sea original. Por ejemplo, la biomimesis, que consiste en tomar de la naturaleza características que nos ayuden a generar nuevos productos con características similares a aspectos del medio ambiente, o también, existen técnicas que buscan atributos diversos y proponen soluciones innovadoras. Por ejemplo, un producto original como la impresora 3D, que permite realizar un prototipo antes de hacerlo en un molde.

Relevancia

Este cuarto elemento se refiere a un grado único de creatividad. Es el momento del proceso creativo, en el cual la idea es explicada de tal forma que la comprende muy bien el público o audiencia; se conoce perfectamente al usuario y se comprende muy bien la idea del producto innovador, de forma tal que antes de llegar a una propuesta final, se van presentando diversas versiones del producto innovador hasta el hallazgo que lo caracterice como tal.

En consecuencia, estamos hablando de una respuesta que contribuye a superar un problema, a remover algún obstáculo, a lograr alguna forma de armonía o equilibrio; o bien, de una respuesta que represente un nivel más alto de perfección en relación con un cierto estado de cosas.

Diseño (s. a.) (2016). [Diseño] [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2n3Ryzt

La relación que mantienen la originalidad y la relevancia es muy cercana, pero ello no implica que sea continua y para siempre. Al contrario, muchas veces se dice que las organizaciones requieren, más que ideas originales, ideas de relevancia, porque lo que necesitan es proponer a la sociedad productos útiles, funcionales, que resuelvan los problemas de diversas formas.

Se ha dicho que en esta era del conocimiento, lo importante no es cuánta información se tenga, sino la forma en que sea convertida en conocimiento. Las organizaciones esperan que el talento humano les genere propuestas funcionales; y si éstas son innovadoras, todavía mejor. Para lograrlo, existen metodologías que hacen surgir ideas relevantes.

Cuando se genera una idea, es preciso analizarla en el contexto en que se presentó, es decir, en determinado ambiente y con las personas creativas; examinar lo que se hace en sí, esto es, el producto y el proceso. Analicemos estos cuatro enfoques.

El acto creativo en contexto

El contexto donde se genera una idea es muy importante. Una organización que establezca un clima laboral armonioso y de confianza promoverá más que la gente muestre su talento creativo; por el contrario, cuando el ambiente es tenso y presenta críticas negativas a las ideas que se presentan, los integrantes, aunque tengan muchas ideas, no las compartirán por temor a la represalia o a ser considerados gente de “sentido común”.

Los enfoques permiten analizar en qué contexto se presenta el acto creativo. Es importante establecer las condiciones necesarias para que surjan ideas; éstas existen en algunas organizaciones que establecen un día para generarlas, por ejemplo, “3M” es una de ellas.

Al programar un día al año para que su personal se reúna y proponga ideas, hace que todos valoren la creatividad como un aspecto significativo; a ese día le llaman idearium, y al final de él tienen muchas ideas que, con el tiempo, van produciendo prototipos hasta llegar al producto innovador.

Trabajo en equipo
StockSnap. (2017). [Trabajo en equipo] [fotografía]. Tomada de http://bit.ly/2yUgfb9

Ralph Hallman (1976) agregó una quinta categoría. Consideró que además del producto, proceso, persona y ambiente, se debe valorar también el acto creativo, es decir, todo lo que se genera alrededor de la idea.

También, en un acto creativo se puede apreciar el aspecto social, es decir, la percepción que causa en los demás y en uno mismo la idea que está generándose; la influencia que causa en el grupo; el problema y la solución al mismo; y las técnicas que permiten que se potencialice la habilidad en las personas.

Con todo ello, los elementos y los enfoques tienen una interrelación muy estrecha. Ya que un acto creativo tiene que evaluarse tomando en cuenta los cuatro enfoques: persona, ambiente, proceso y producto; y para que éste —sea bien o servicio— se considere realmente creativo, debe pasar primero por muchas ideas de una o varias personas, y aunque estas ideas sean similares, se precisa proponerlas en forma diferente: cambiarles, sustituirles, reducirlas, aumentarles o combinarles algún elemento para considerar que hay realmente diferencia e innovación.