Concepto e Importancia de Administración Pública

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Introducción


Seguramente has escuchado en repetidas ocasiones las palabras Estado, administración pública y Gobierno; y cuando reflexionas sobre ellas, quizá te parece que son sinónimas, pero ¿te has preguntado qué designan?, ¿cuáles son sus diferencias o cuál es su campo de acción? Si existen esas categorías, es porque designan cosas distintas.

En efecto, Estado, administración pública y Gobierno no son lo mismo. Por ello, en este trabajo se hará una revisión sobre estos conceptos. Empezaremos por discernir qué es, por una parte, administración y, por otra, administración pública. Enseguida revisaremos cuál es el objeto de estudio de la administración pública, y cuál es la finalidad o qué propósito tiene en la vida social de la población, es decir, ¿qué estudia y a qué se dedica?


Estado, gobierno, leyes, administración

Albertman81. (s. f.) (s. t.) [ilustración]. Tomada de https://line.do/es/la-administracion-publica/13cw/vertical


El estudio de este tema te permitirá:

Reconocer la importancia de la administración pública, mediante la revisión de conceptos, enfatizando en el objeto de estudio y finalidad, con el propósito de comprender, desde la perspectiva del ciudadano, los espacios de acción del Estado, el Gobierno y la administración pública.

Conceptos de administración y administración pública


La administración suele asociarse con la aparición de las civilizaciones humanas. Donde se ejerce una actividad en común hay administración, es decir, se planean, organizan, ejecutan, controlan y evalúan actividades disímbolas. Se diría que la administración es consustancial al ser humano. Cuando una acción colectiva o individual es razonada, hay administración. ¿Pero qué significa administrar?


Tres personas y una idea

Eucalyp. (s. f.). Team group icon [ilustración]. Tomada de https://www.flaticon.com/free-icon/team_428064#term=working&page=1&position=55



Por su etimología, administración proviene del latín administratio, que a su vez se compone de ad y ministrare. Ad significa a, hacia, en movimiento; ministrare proviene de manus y trahere, donde manus significa mano y trahere es traer. En consecuencia, ad manus trahere se entiende como servir, ofrecer o servir algo a alguna persona. Omar Guerrero apunta que ministrare deriva del sustantivo minister, que a su vez proviene de minis (lo menor), en oposición a magis (lo mayor); por lo tanto, el minister era un funcionario subordinado a la autoridad del magister, o bien le servía a éste (Guerrero. 1997, p. 2). No es casual que los administradores se encarguen de ejecutar tareas o acciones antes que dirigirlas (políticos). En cualquiera de sus dos acepciones, ministrare significa ofrecer o servir a alguien, o cuidar alguna cosa.
Por otra parte, las palabras pública y política tienen la misma raíz; ambas provienen de pul (multiplicidad, amplitud), de la que derivaron en griego la voz polis (ciudad) y en latín populus (pueblo). El sustantivo populus se adjetivó en puplicus y luego en publicus, para derivarse en público.



En consecuencia, etimológicamente, la doble voz administración pública significaría servir o cuidar a la ciudad o al pueblo.


El objeto de la administración pública


El concepto de administración pública está ligado a su objeto de estudio, sobre el cual no es asequible reconocer ni definir un solo punto de vista. El problema está en que se puede abordar como disciplina ligada a investigaciones intelectuales (como una disciplina o una ciencia), o bien, desde un punto de vista práctico, como una actividad vinculada a los asuntos públicos (como se define etimológicamente).

En el texto “¿Qué es la administración pública?” (Dimock, 1980), se plantean ocho diferentes enfoques como objetos de estudio de la administración pública, a saber…


Enfoques como objetos de estudio de la administración pública


De acuerdo con Dimock, es deseable que la administración pública transite de lo deductivo (general) a lo inductivo (particular), pues es mejor tratar los problemas públicos de manera individual o particular, dada la complejidad de la diversidad de las circunstancias sociopolíticas en las que opera.

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Autores contemporáneos, próximos a nuestra realidad y tiempo, como José Juan Sánchez, en su texto “Los nudos históricos de la administración pública” (1999), hace un estupendo recuento en el que analiza la administración pública en dos vertientes: una, el estudio del objeto como ciencia de la administración pública (estudio del objeto); y otra, como objeto de estudio vinculado a las tareas propias de la administración pública (objeto de estudio).

José Juan Sánchez identifica en dicho texto seis nudos o aspectos de la administración pública que le han impedido construirse como una ciencia plena, autónoma e independiente.




Los nudos que tienen que ver con el estudio del objeto son: epistemológico, multidisciplinario y político. Los que se ligan al objeto de estudio son: científico, jurídico y administrativo.


María del Carmen Pardo (citada en Méndez, 2000), comenta que la administración pública ha evolucionado en México bajo tres enfoques u objetos de estudio.


Enfoques de estudio de la administración pública en México

Como institución y como organización


Subordinada al poder político, cuyas funciones administrativas deben atender los fines del Estado. Este enfoque, instrumental, tiene estrecho vínculo con el derecho administrativo y pragmáticamente ligado con la planeación, la programación y la dirección.

Como ciencia administrativa


Con el propósito de la cientificidad, la administración pública recurrió a los métodos de las ciencias sociales ya constituidas y aprovechó las experiencias de la administración general.

Como políticas públicas


Debido a que la administración pública es inherente a la esfera política y social, su practicidad debía orientarse a resolver problemas específicos (lo que explica la dificultad de convertirla en una disciplina científica).


El enfoque de las políticas públicas de esta autora coincide con la perspectiva inductiva que le da Dimock a la administración pública.

Retomando lo expuesto, la administración pública ha transitado por diferentes objetos de estudio.


  1. El derecho administrativo (jurídica)
  2. Su orientación científica (teórica)
  3. Como institución estatal (instrumental)
  4. Vinculada a políticas públicas (inductiva)

Como es evidente, no hay un punto de acuerdo respecto de su objeto de estudio; en consecuencia, dependiendo del enfoque en que uno se sitúe, se deriva una definición de administración pública. En este sentido, Villanueva (1983) comenta que el concepto de la administración pública es complejo por sus distintos enfoques de estudio, dado que implica la unidad de la política y la administración, es decir, la administración pública es institución estatal (en los fines resalta su naturaleza política) y es proceso administrativo (a través de sus medios —técnicas y acciones— subraya su carácter administrativo). Como lo dice Omar Guerrero (1997): “la política y la administración son dos partes de un solo cuerpo” (p. 68). De ahí, por esta desunión, la administración pública parecería difícil que se deshiciera de sus nudos históricos.


El objetivo de la administración pública


Si difícilmente hay unanimidad en cómo estudiarla o en cómo hacerla operar, por el contrario, resulta plausible que haya coincidencia en el para qué de la administración pública.


¿Qué finalidad tiene la administración pública?

Desde la misma definición etimológica se tiene la respuesta: servir o cuidar a la ciudad o al pueblo.

En efecto, siendo el brazo operativo del Estado, o como diría Guerrero (1989) es “el Estado en actividad” (p. 42), la administración pública tiene por esencia y finalidad ver en todo momento por el bienestar de las personas, el bien común. El fin de la administración pública es servir y satisfacer las necesidades primarias de las personas reunidas en un Estado de derecho. Tal es la más loable misión: “coordinar los esfuerzos, los recursos y los instrumentos puestos a su servicio para que conjuntamente con los particulares se logre la meta fundamental del Estado: el bien común”. (Moreno, 1980, p. 102)

La administración pública en el contexto del Estado

Conceptos como Estado, Gobierno y administración pública comúnmente suelen confundirse, y la mayoría de las veces son considerados como sinónimos al estar intrínsecamente relacionados.

Estado, Gobierno y administración pública

Esquema. Estado, Gobierno y administración pública


El término Estado es uno de los más complejos de definir. Para su estudio, existen distintas teorías como la organicista, la sociológica, la jurídica y la relativa a los elementos que lo integran. Para nuestros fines, diremos que el hombre no ha hecho cosa mejor que inventar el Estado para vivir en paz, a través de un marco normativo, en un determinado territorio regido por un poder instituido. La vida colectiva fuera de un Estado de derecho o social sería casi imposible (es lo que se conoce como Estado natural).

La teoría que explica al Estado por los elementos que lo integran, identifica los siguientes: la población, el territorio y el poder público o Gobierno; éste como una de las expresiones del Estado. El término Gobierno proviene de dos raíces, una griega kibernan, que significa conducir o gobernar, y otra latina, gubernacullum/gubernallo, que designa al timón de una embarcación, se sabe que el timón da rumbo y controla el equilibrio de la nave, el capitán de la nave sería el kibernetes, el gobernante o conductor. Ahora, en términos generales, el Gobierno es el representante del Estado, es decir, es la organización que representa al Estado para que éste cumpla sus objetivos y sus metas. Para ello, el Gobierno está dotado de poder de mando, de órganos y de funciones; organización y función son dos partes de una sola unidad.


Para ampliar este concepto, te sugerimos ver el siguiente video.



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Por su parte, el Gobierno cumple con tres funciones básicas: la legislativa (Poder Legislativo), la jurisdiccional (Poder Judicial) y la ejecutiva (Poder Ejecutivo). De entre éstas, hay que destacar la última, pues se encarga de materializar los mandatos jurídicos, la satisfacción de las necesidades sociales, y el establecimiento de las directrices generales del Gobierno.

Así como el Gobierno dinamiza o pone en movimiento al Estado, la función ejecutiva dinamiza al Gobierno a través de la administración pública, dado que jurídicamente ésta depende del ejecutivo.


Para ampliar este concepto, te sugerimos ver el siguiente video.



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En concreto, la administración pública forma parte de los órganos del Poder Ejecutivo, y éste es uno de los poderes o funciones del Gobierno. A su vez, el Gobierno es uno de los elementos del Estado. Como se ha visto, y de ahí su importancia, la administración pública sería el brazo operativo del Estado, mediante la cual se logra alcanzar el bien común de la población.

Actividad. La administración pública en el contexto del Estado

La administración pública es una parte fundamental para que el Estado alcance sus objetivos y su razón de ser. Como lo has leído, Estado, Gobierno y administración pública son conceptos distintos y cada uno designa campos de acción diferentes.

Autoevaluación. El Objeto de la administración pública

Uno de los principales debates que existe es sobre cuál es el objeto de estudio de la administración pública, dado que es una disciplina teórica, pero también práctica, pues sus tareas se vinculan al ejercicio de la función pública, o bien, en satisfacer las necesidades primarias de la población a la que sirve.


Fuentes de información

Básicas

Bibliografía

Aguilar, L. (1983, abril-junio). Los objetos de conocimiento de la administración pública. En Revista de Administración Pública, (54). México: Instituto Nacional de Administración Pública.

Dimock, M. (1980, octubre-diciembre). ¿Qué es la administración pública? En Revista de Administración Pública, (44). México: Instituto Nacional de Administración Pública.

Guerrero, O. (1989). El Estado y la administración pública en México. México: Instituto Nacional de Administración Pública.

Guerrero, O. (1997). Principios de administración pública. Bogotá: Escuela Superior de Administración Pública.

Méndez, J. L. (comp.). (2000). Lecturas básicas de administración y políticas públicas. México: El Colegio de México.

Moreno, R. (1980). La Administración Pública Federal en México. México: Instituto de Investigaciones Jurídicas.


Documentos electrónicos

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Sánchez, J. J. (1999, enero-abril). Los nudos históricos de la administración pública [Versión electrónica]. En Revista de Administración Pública, (100). Consultado el 23 de octubre de 2107 de https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/rev-administracion-publica/article/view/19271/17359


Sitios electrónicos

Media Campus. (2011). Gobierno y construcción de ciudadanía [video]. Consultado el 23 de octubre de 2107 de http://mediacampus.cuaed.unam.mx/node/1464
Media Campus. (2007). La relación entre poderes públicos [video]. Consultado el 23 de octubre de 2107 de http://mediacampus.cuaed.unam.mx/node/753


Complementarias

Carpizo, J. (1978). El presidencialismo mexicano. México: Siglo XXI.

Castelazo, J. R. (2007). Administración pública: una visión de Estado. México: Instituto Nacional de Administración Pública.

Pichardo, I. (1984). Introducción a la administración pública de México (vol. 1). México: Instituto Nacional de Administración Pública.

Pichardo, I. (2002). Introducción a la nueva administración pública de México (vol. 1). México: Instituto Nacional de Administración Pública.