Estos últimos dispositivos de almacenamiento son los más utilizados en la actualidad, ya que tienen varias ventajas: son fáciles de transportar, de arranque rápido y su capacidad ha ido cada vez en aumento. Abarcan desde las memorias flash, las tarjetas de memoria y hasta discos duros que ofrecen esta tecnología.
Se comenzó con el uso de tarjetas de memoria y memorias flash que tenían una capacidad de 128 MB y, hoy en día, podemos encontrar memorias flash de 128 GB. Los costos de dichas unidades de almacenamiento se han vuelto cada vez más accesibles y éstas tienen mayor resistencia a golpes y condiciones extremas de temperaturas, lo cual hace que estén por encima de otros medios de almacenamiento.
Por su parte, las tarjetas de memoria han permitido almacenar información de otros dispositivos móviles y poder así trasladarla de un medio a otro de manera más sencilla. Gracias a que esta tecnología ha sido muy aceptada por los usuarios, se han hecho discos duros SSD para los equipos de cómputo y discos duros externos, lo cual favorece un arranque, lectura y escritura más rápidos, además de permitir que las computadoras tengan menor peso, sean más resistente a golpes y requieran un menor consumo de energía, entre otras ventajas. Actualmente alcanzan capacidades de almacenamiento de hasta 2 TB.
Diferentes memorias USB
Chasis abierto de un disco duro tradicional (izquierda). Aspecto de un dispositivo SSD indicado especialmente para computadoras portátiles (derecha) [fotografía] (2006). Tomada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f1/JaCarta_collage_01.JPG/250px-JaCarta_collage_01.JPG